Un religioso, un paciente terminal y un doctor debaten sobre la vida y la muerte.
-
Quiero terminar aquí y ahora mi vida.
-
Pero hijo mío, estás vulnerando los designios de la ley divina.
-
No señor, soy enfermo terminal, he visto ya más de lo que hubiese querido.
-
Soy abuelo y tengo una edad más que respetable, 73.
-
Nunca he soportado a los meapilas, los fascitoides, ni he consentido que me manipulen mis pensamientos más íntimos.
-
Gente como usted nunca me ha representado y jamás me representará...
-
Viví lo que tenía que vivir, disfruté de los míos, y ahora ya sólo quiero descansar.
-
Pero...
-
Ni pero ni hostias en vinagre. ¡Doctor, proceda a desconectarme de esta máquina! ¡Ya no quiero vivir más!
El doctor inicia el protocolo de desconexión de la máquina que sostiene con vida al paciente. En 5 minutos entra en coma, en 6, muere.
El doctor, y el religioso discuten acaloradamente.
-
Lo denunciaré por asesinato.
-
Si usted me denuncia, recuerde bien mi cara para cuando tenga que operarle, tal vez haya alguna complicación y tenga que dar cuentas a su jefe.
Jimul
|