
- Todo será perfecto si piensas como nosotras.
- Pero… Yo soy diferente a vosotras, a los demás.
- Sólo tienes que someterte a nuestros caprichos, así serás una de las nuestras.
- Pero… Soy una persona libre, trabajo para la comunidad… No me meto con nadie.
- O estás en nuestro equipo, o no estás con nadie.
- (Ella se da la vuelta y comienza a andar, dando la espalda a las chicas. Las cinco camorristas se avalanzaron como fieras contra una presa indefensa. ¡Zorra! Eres nuestra. Los inmigrantes aquí no sois nadie. Deberás obedecernos sin rechistar. (Una brecha de doce puntos en la cara y magulladuras por todo el cuerpo fue el parte de lesiones del forense)
Los transeúntes miraban con morbo la paliza de aquellas jovenzuelas malcriadas a una inmigrante desconocida.
Jimul
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