Una conversación
entre la Madame
de un local y el cliente que desea tener una experiencia excitante:
- Buenas
noches, me han contado que aquí tienen a la mejor puta chupadora.
- Pues
le han informado incorrectamente, aquí tenemos a las mejores profesionales
del placer que por un precio razonable, le hacen pasar a nuestros clientes
los mejores momentos de su vida.
- Bueno,
eso habrá que verlo, mi deseo es
que me la chupen como nunca.
La Madame, pulsa un
interfono:
- Betty,
tienes un nuevo cliente.
- Pase a
la habitación nº 6.
Con gran inseguridad camina hacia la
habitación, mientras, la Madame
pensaba en lo imbéciles que se ponen algunos hombres para aparentar lo que no
son. Ve cómo abre la puerta y desaparece tras ella. El lugar se encuentra en
penumbra, una silueta de espaldas lo espera pacientemente.
- Hola,
zorrita, vengo para alimentarte con productos de primera necesidad. (Bajándose
los pantalones y agarrándose su flácido miembro con ridícula altanería)
- (Saliendo
de la penumbra) Muy bien, dámela yo haré que te eleves al
Séptimo cielo.
- (Asombrado) No
puede ser, tú… Pero si…
- (Sobreponiéndose
ante su sorpresa) Ya ves, una que acaba harta de hacer guarradas
en el trabajo, cuando llega a casa, prefiere lo cómodo. ¿Y tú… No me
podrías haber pedido tus fantasías en casa, que tienes que venir a pagarme
por ellas?
Fue su último diálogo. Acto seguido
hicieron el amor como dos fieras salvajes. Sabían que sería la última vez que
se verían. También fue la primera vez que sintieron pasión el uno por el otro.
Jimul
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